SW Demoscopia

Especial EEUU: La carrera presidencial está reñida, aunque Kamala Harris pierde impulso

El próximo martes 5 de noviembre se celebran las elecciones presidenciales en EE.UU. SW Demoscopia va a realizar un seguimiento detallado de las encuestas, combinando nuestra metodología con los análisis de expertos, casas de apuestas y agregadores de encuestas. En este primer análisis, examinaremos la situación actual del panorama electoral y las perspectivas de los candidatos, considerando las emociones de los votantes.

A 8 días de las elecciones, los swing states deciden la contienda

Según los resultados de nuestro modelo, los datos más recientes del 28 de octubre de 2024 revelan una ligera ventaja para Kamala Harris, con un 48.98% de intención de voto frente al 48.76% de Donald Trump, dejando un 2.26 % de indecisos. Este margen de +0.22 % a favor de Harris, lo que supone un empate técnico, ha oscilado a lo largo del mes, lo cual refleja el estrecho margen en esta contienda y la volatilidad que caracteriza a las elecciones de este año. Al observar la evolución de las últimas semanas, el modelo ha registrado puntos en los que Harris llegó a tener una ventaja significativa, alcanzando su pico el 14 de octubre con un margen de +4.97 %. Sin embargo, a partir de ese punto, su apoyo fue perdiendo fuerza, mientras que Trump recuperaba terreno hasta situarse ligeramente por encima en los días previos a fin de mes.

La tendencia sugiere una carrera en constante cambio, donde Trump ha ganado terreno en la recta final de octubre, aunque la diferencia sigue siendo ajustada y podría inclinarse hacia cualquiera de los dos candidatos.

Los estados clave para anticipar el resultado de las elecciones son los llamados swing states, donde unos pocos votos pueden inclinar la balanza a favor de demócratas o republicanos. Nuestro modelo de predicción muestra una ligera ventaja para Trump en Georgia, con aproximadamente dos puntos a su favor, lo que indica un entorno favorable para él. De manera similar, en Carolina del Norte lidera por un margen estrecho. En Nevada, la contienda es aún más reñida, con Trump apenas a la cabeza, mientras que en Wisconsin la diferencia es mínima, reflejando una competencia intensa.

En Michigan, ha sucedido un cambio en la lucha entre los dos candidatos y el modelo proyecta una leve ventaja para Trump, aunque no lo suficiente como para considerarlo seguro. Finalmente, en Arizona, Trump muestra una ventaja más definida, señalando un posible cambio en la dinámica de ese estado.

Estos márgenes en los swing states son decisivos: cualquier cambio en el apoyo podría tener un impacto crucial en el resultado final de las elecciones.

Movimientos estratégicos y cambios de rumbo en la campaña

Al analizar el posible desenlace de las elecciones, resulta fundamental considerar no solo los números de las encuestas, sino también los movimientos de los candidatos, los cambios en sus discursos y el estado emocional de los votantes. Esta contienda reñida crea una atmósfera de inestabilidad, en la que variaciones mínimas en las preferencias pueden teñir la arena política de azul o rojo. Entre las numerosas variables que afectan el panorama, en las últimas semanas se han producido ciertos movimientos relevantes que parecen inclinar el terreno hacia el lado republicano. Estas oscilaciones no solo reflejan la inestabilidad política, sino que también pueden desencadenar ansiedad entre los votantes, influyendo en su decisión de participar en la contienda.

Kamala Harris ha dejado atrás su campaña más propositiva, centrada en los cambios que proponían para el país, para adoptar un enfoque más reactivo ante el avance de Donald Trump. La lider demócrata ha aumentado su visibilidad en los medios, aceptando entrevistas para Fox News y The View, más vinculados a la esfera republicana. Además, figuras prominentes como Barack Obama, que al principio mantuvo una posición más distante, ahora sale en apoyo de Harris, buscando movilizar el voto afroamericano en un momento crítico de la contienda electoral. Dadas las circunstancias, parece que la euforia inicial por su tardía nominación y el impulso emocional que generó en sus votantes no se ha sostenido el tiempo suficiente para reflejarse de manera significativa en las encuestas.

Al mismo tiempo, Trump ha organizado eventos masivos en bastiones demócratas, como Nueva York y California, y esta semana incluso planea hacer un mitin en Nuevo México, donde las encuestas lo sitúan a 10 puntos de Harris. Con estos movimientos, parece que busca proyectar una imagen de ventaja e incluso ha llegado a afirmar que ganará en Nueva York. Sin embargo, dado el carácter impredecible de Trump, es difícil discernir si esta estrategia refleja una auténtica confianza en sus números o si responde más a un impulso personal. En cualquier caso, y viendo lo ajustados que están los números, este tipo de pistas pueden ser claves para inclinar la balanza a un lado u a otro.

Lecciones de ciclos pasados en una contienda reñida

Teniendo en cuenta lo anterior, la incertidumbre es tan pronunciada que resulta útil analizar lo que decían las encuestas hace 4 años en estas fechas. Nuestro modelo para el 28 de octubre sitúa a Trump con una ventaja de 1,3 puntos sobre Harris. En las mismas fechas en 2020, la ventaja en el promedio nacional era de +7.5 a favor de Biden y +4.6 a favor de Clinton en 2016. En estados como Wisconsin, Pennsylvania y Michigan, los márgenes actuales de Trump son mínimos, mientras que en 2020 y 2016, Biden y Clinton lideraban por varios puntos. Por ejemplo, Biden en 2020 llevaba ventaja en Michigan con +8.6, y Clinton en Pennsylvania con +5.0, y aun así el resultado final fue mucho más ajustado.

Estas comparaciones históricas resaltan la importancia de tomar las encuestas con cautela, sobre todo cuando los márgenes son tan estrechos. Las oscilaciones de los sondeos no solo reflejan una inestabilidad política, sino que también pueden desencadenar ansiedad entre los votantes, influyendo en su decisión de participar en la contienda. En este clima de incertidumbre, si bien podría parecer tentador apostar a una sobrepresentación de Trump en las urnas, la respuesta honesta es que esta sigue siendo una carrera demasiado cerrada que podría inclinarse hacia cualquier lado. Lo más prudente es esperar a que comiencen a llegar los primeros resultados para tener una imagen más clara.

Nota técnica: Este estudio analiza encuestas electorales en EE. UU para prever resultados, utilizando datos de dos fuentes: FiveThirtyEight para encuestas nacionales, donde se evalúa la evolución de Kamala Harris y Donald Trump de septiembre a octubre de 2024, ponderando por “transparency_score” ; y RealClearPolitics para estados swing, donde se enfoca en resultados finales, priorizando encuestas recientes mediante “transparency_score” y “fecha de campo”.

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